“Lucy”: La transición del mono al hombre

La reciente investigación de los huesos de Lucy, encontrados el 24 de noviembre de 1974 por el experto norteamericano Donald Johanson, han proporcionado a los genetistas la evidencia fósil que precisaban para afirmar su teoría de que hace menos de siete millones de años que se produjo la separación entre chimpancés y humanos.

Como mencionamos anteriormente, Lucy es un descubrimiento importantísimo para investigar la evolución humana. Según los científicos ella vivió hace unos 3,2 millones de años en Etiopía.

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La búsqueda junto al río Awash que lideraba Donald Johanson en 1974 junto a sus estudiantes estaba basada en encontrar fósiles humanos, cuando hallaron una serie de fragmentos óseos de un brazo. Luego, más fragmentos del brazo, una mandíbula, algunas costillas y un fémur. Pieza a pieza lograron desenterrar más del 40% de un esqueleto.

Durante la excavación los investigadores escuchaban el tema de the Beatles “Lucy in the sky with diamonds”, y al tratarse de una hembra el fósil encontrado la llamaron Lucy.

Lucy medía alrededor de 1,1 metros de altura, su peso aproximado era de 29 kilos.

Cuando publicaron el descubrimiento de Lucy causó una verdadera sensación. Los científicos consiguieron afirmar a través de la forma de su pelvis que Lucy era el simio más antiguo que habría caminado sobre sus dos pies. Pero lo más sorprendente no era que caminara sobre dos de sus extremidades, sino que la cabeza era similar a la de un chimpancé.

Generalmente, una cabeza de poco tamaño también significa un cerebro pequeño, es decir, menor inteligencia. Lucy probó que la capacidad para caminar rígidos era anterior al desarrollo cerebral. Lo que causa asombro es que al poder elegir ser cuadrúpeda que en el mundo salvaje es una gran ventaja, ella caminara en dos patas (bípedo).

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Es hasta la actualidad que no estamos seguros del porque las especies similares a Lucy comenzaron a caminar sobre sus dos patas traseras y se mantengan erguidas. Las hembras deberían tener una pelvis más estrecha para lograr caminar en sus extremidades traseras con comodidad, lo que produce un parto doloroso y muy peligroso.

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